Siguiendo la línea de fomentar la seguridad vial y reducir la accidentalidad en las carreteras, el RACC, entidad líder en el ámbito de la movilidad en España, ha participado nuevamente en el estudio que evalúa el nivel de seguridad de los túneles europeos. Gracias a la 11º edición del programa EuroTAP (Programa Europeo de Evaluación de Túneles) se ha analizado la seguridad de 13 túneles de cuatro países europeos: cuatro en Suiza, Alemania y España, respectivamente, y uno en Croacia.
En España, EuroTAP ha evaluado la seguridad de cuatro túneles y todos han conseguido buena puntuación.
La evaluación de los túneles
EuroTAP es un consorcio europeo independiente, donde el RACC es uno de los miembros, que se estableció el 1999 para impulsar la mejora urgente de la seguridad de los túneles de carretera.
Desde entonces, se han realizado ya 11 ediciones anuales de análisis de seguridad de los túneles de carretera, habiéndose publicado resultados de más de 200 túneles en toda Europa, de los que 47 están en España y 2 en Andorra.
En su sistema de evaluación, EuroTAP valora tanto el riesgo que se produzca una situación de emergencia como la preparación de los operadores del túnel para afrontar esta emergencia.
La inspección del Programa Europeo de Evaluación de Túneles se hace in situ a cargo de profesionales independientes con experiencia en obras subterráneas. Además, se mantiene una entrevista con los operadores de cada túnel para aclarar diversos temas relevantes para la seguridad de los viajeros y se inspecciona toda la documentación y los protocolos de emergencia establecidos.
Más concretamente, éstos son los elementos que se comprueban en una inspección de EuroTAP:
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Sistema del túnel
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Iluminación y suministro eléctrico
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Sistemas de comunicación en el interior del túnel
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Vías de escape para los usuarios
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Salvamento y rescate a cargo de bomberos
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Protección contra los incendios
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Sistema de Ventilación
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Tráfico de circulación
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Gestión de emergencias
Buenos resultados globales
El estudio destaca que este año se han registrado unos resultados sobresalientes: los 13 túneles inspeccionados obtuvieron sólo calificaciones positivas en la valoración general. Nueve túneles recibieron la valoración de ‘muy satisfactorios’, tres resultaron ‘satisfactorios’ e, incluso, el túnel peor valorado obtuvo un ‘aceptable’.
El túnel de Vielha y el de Tuhobic cerca de Rijeka en Croacia se sometieron por segunda vez a estudio este año. En el primer estudio suspendieron los 2. Hoy destacan con la nota “muy satisfactorio”, una recompensa para los operadores que han trabajado para mejorar su nivel de seguridad y adaptarlos a las exigencias modernas de seguridad.
El túnel de Vielha, un ejemplo a seguir
EuroTAP se ha convertido en una medida efectiva para conseguir infraestructuras más seguras e históricamente ha contribuido en mejorar los túneles que no han superado los exigentes criterios de seguridad que requiere el consorcio. Los ejemplos más claros en son los túneles de Vielha (Lleida), que se ha construido de nuevo, o los de La Rovira (Barcelona), Sant Joan (Alicante) y Lorca (Murcia), donde se hi están haciendo o ya se hay llevado a cabo profundas reformas.
Además, EuroTAP no sólo es efectivo de cara a las administraciones o concesionarias responsables de los túneles, sino que también informa a los usuarios de cuál debe ser su comportamiento en el interior de un túnel, con recomendaciones de seguridad y marcando unas pautas de actuación en caso de accidente o avería.
El túnel de Vielha, con más de cinco kilómetros de longitud, es el más largo del estudio y ha sido equipado con un tubo completamente nuevo. Ahora, no sólo cumple con todas las exigencias de construcción y técnicas, sino que, incluso, es el primer túnel de la historia de EuroTAP que cuenta con un sistema estacionario de aspersores de agua para apagar incendios.
Antecedentes históricos del túnel de Vielha
El primer túnel de Vielha fue inaugurado el 1948 después de más de 100 años de peticiones por parte de la población local y de 22 años de obras. Su construcción se realizó dentro de un cambiante contexto político (república, dictadura y Guerra Civil) y fue en su día el túnel de carretera más largo del mundo. Su nombre, Alfonso XIII, se puso en honor al rey que dio la aprobación del proyecto.
El túnel sirvió durante 50 años a la población de la zona y a sus visitantes. Sin embargo, el crecimiento de la actividad turística relacionada con las actividades de nieve a partir de los años 80 hizo aumentar el tráfico y, como consecuencia, también se incrementó su deterioro hasta llegar a un punto que sus sucesivas mejoras no compensaban su deficiente estado de seguridad.
Finalmente el 1997, se aprobó la realización de un proyecto de desdoblamiento del túnel. Los graves accidentes ocurridos a los túneles de Mont-Blanc y de Tauern en verano de 1999, y los malos resultados al año siguiente conseguidos dentro del proyecto Concept 2000 (precursor del proyecto EuroTAP) que alertaban del peligro de circular por el túnel y la poca capacidad de respuesta en caso de producirse un accidente, dieron el último impulso para la realización del actual proyecto. Las obras comenzaron el enero de 2002 y después de cinco años de trabajos y con un presupuesto superior a los 200 millones de euros, se inauguró el diciembre de 2007.